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Conocido como judías, poroto, habichuelas y alubias, el frijol ha formado parte importante de la dieta, costumbres y economía desde tiempos prehispánicos. Del frijol se consumen todas sus partes, siendo éstas sus flores, semillas y ejotes, incluso es consumido como harina moliendo las semillas, siendo sus variedades más conocidas la alubia o frijol blanco, negro, pinto, morado, canario, peruano, mayocoba y azufrado.
Las plagas en los cultivos de frijol son un factor de riesgo que puede poner en peligro cualquier inversión agrícola, haciendo mayor el riesgo de pérdidas, siendo imperativo contar con una estrategia para el Manejo Integrado de Plagas.
Las principales plagas a combatir en el cultivo y producción de frijol se identifican como: *conchuela del frijol (Epilachna Varvestis), cuyas larvas y adultos se alimentan de la hoja del frijol durante todo su ciclo fenológico; *Rhizoctonia solani, Fusarium oxysporum y F. solani causantes de la pudrición de raíz atacando en las etapas tempranas de desarrollo, provocando debilitamiento general, caída del follaje y causando muerte de las plantas.
Mielecilla o antracnosis, causada por el hongo Colletotrichum lindemuthianum , sus primeros síntomas aparecen en la etapa de desarrollo de frijol sobre el envés de las hojas primarias y nervaduras causando graves lesiones de color café obscuro, llegando a las vainas, disminuyendo la calidad del grano.
La roya del frijol (*Uromyces phaseoli var. typica o *Uromyces appendiculatus) ataca las hojas las cuales muestran inicialmente puntos amarillos que se transforman en lesiones café rojizas que provocan la pérdida de la hoja.
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